ALGODÓN ORGÁNICO
Después del petróleo, la industria textil del algodón es la segunda industria más contaminante. El algodón concentra alrededor de un 40 % de la producción mundial de textiles. El algodón orgánico es la alternativa ecológica al algodón convencional. Se cultiva de forma ética a partir de un compost natural que viene a reemplazar a los fertilizantes químicos y pesticidas.
En aras de no deteriorar los ecosistemas que rodean a los campos de producción y de preservar la biodiversidad de las especies animales, el algodón orgánico se cultiva sin organismos genéticamente modificados (OGM).
Además de ser tan cómodo y resistente como el algodón convencional, el algodón orgánico también permite ahorrar en cantidades considerables nuestro recurso más preciado: el agua.
De hecho, para fabricar una camiseta de algodón clásico, se necesitan aproximadamente 2500 litros de agua. Por el contrario, para fabricar una camiseta de algodón orgánico, se necesitan solo 100 litros. 2500 litros de agua equivalen a 70 duchas.
¿Por qué tanta diferencia? Porque los fertilizantes naturales utilizados en la producción del algodón orgánico permiten mantener las características biológicas y productivas del suelo, así como retener el agua y la humedad con más facilidad.
La producción del algodón convencional no solo agota nuestros recursos, sino que su cultivo concentra un 25 % de los insecticidas utilizados en todo el mundo.
Todos los productos químicos utilizados en el cultivo del algodón destruyen nuestros ecosistemas y contaminan los suelos en profundidad.
Con todo esto, queda claro que el algodón orgánico es más responsable, más natural y más sano. Consume menos recursos, es más sostenible y menos perjudicial para el medio ambiente y para la salud.